A la vuelta, hemos tenido que pasar una noche en casa de mi madre porque el avión llegaba tan tarde que ya no nos quedaban buses para regresar al pueblo. A la mañana siguiente, eligiendo, como siempre hago cuando voy a verla, viejos libros o tebeos que traerme conmigo, he encontrado esto
Se trata de una edición de la novela, intercalada por una versión en cómic. Algo muy habitual en las ediciones de clásicos de finales de los 70. De esa manera descubrí a Stevenson y también a Poe, Haggard, Conan Doyle, Defoe y muchos más. Mi primera lectura de esta historia fue con este librito. Mientras que la versión literaria era fiel a Stevenson, las páginas de cómic parecen estar inspiradas en la película de Victor Fleming o quizá en la de Rouben Mamoulian de diez años antes.
Estábamos ya esperando a embarcar de vuelta a España, cuando terminé la última página del libro. Me sentí entusiasmado, como si nunca antes lo hubiera leido, como si fuera la primera vez. Aún conociéndome la historia perfectamente, me sentí exultante, como supongo que debí sentirme de niño... o quizá incluso más, porque con los años, la experiencia nos puede ayudar a disfrutar más profundamente todo.Y hablando de adaptaciones, si visitáis el blog de Javier Olivares encontraréis imágenes de la que Javier y Santiago García han hecho para SM. Altísimamente recomendable.